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5 reglas de meditación

No hay nada complicado o mágico en la meditación. Muchos de nosotros ya hemos meditado de cierta manera sin siquiera saberlo. ¿Recuerdas lo que haces cuando no puedes dormir? ¿Comienzas a contar ovejas o visualizar otras imágenes hasta que te sumerjas en un sueño? Este método ayuda porque la atención se concentra en una cosa y los pensamientos extraños desaparecen. Esto es lo que se dirige a las técnicas de meditación: a la concentración de la atención al mismo tiempo que se relaja.

¿Quieres aprender a meditar? Aquí están las reglas de meditación para principiantes, que ayudarán a no cometer errores al comienzo del dominio de la práctica. De hecho, puedes meditar en cualquier lugar, en cualquier postura, en cualquier circunstancia: solo necesitas concentrarte en ti mismo y dirigir la luz hacia adentro, ya será meditación.

Artículo 1. Encuentra el momento perfecto

Los expertos recomiendan que los principiantes dediquen la práctica de 5-10 minutos por la mañana y por la noche. En las horas de la mañana, las clases te ayudarán a poner en orden tu mente, energizarte, prepararte para el comienzo de un nuevo día. Por la noche, la práctica meditativa brinda la oportunidad de deshacerse de la tensión, la fatiga y los pensamientos molestos. Siempre que sea posible, no se salte ninguna sesión: la regularidad de las clases juega un papel fundamental en el éxito del dominio de la meditación.

Artículo 2. Elija un lugar adecuado

Es mejor meditar en casa. La situación de la casa al mismo tiempo debe ser tranquila, tranquila, para que nada te distraiga. Donde exactamente meditarás, no importa: no renuncies a la meditación, si por alguna razón no puedes encontrar un entorno adecuado.

Artículo 3. Adopte la postura correcta

Las reglas de meditación no obligan a sentarse durante una sesión en pose de loto. Lo principal es una espalda recta para que te sientas cómodo. Puedes sentarte en una silla, puedes levantarte o acostarte. En una posición con la espalda recta, es más fácil para una persona respirar, el aire pasa mejor a través de los pulmones. Gracias a esto, se mantiene la atención plena, es fácil mantener un equilibrio entre el tono y la relajación.

En una postura de espalda recta, es posible que se involucren músculos que normalmente no usa, lo que puede hacer que la espalda se tense. En este caso, siéntese en una silla e intente soportar una ligera incomodidad sin apoyarse en su espalda. Cuando sea difícil de tolerar, retroceda y recuéstese contra su espalda, manteniendo la columna recta.

En meditaciones con luz, se recomienda una postura abierta: es recomendable no cruzar los brazos y las piernas.

Artículo 4. Relajadme

Cierra los ojos y relájate. La relajación debe ser completa. Si algunas partes del cuerpo permanecen tensas, trabaje con ellas. Imagina que una sección tensa del cuerpo llena de luz. Inhale y, al exhalar, relájese. Coordine el proceso de relajación con la respiración hasta que la tensión disminuya.

Artículo 5. Concéntrese en la respiración (mantra)

Dirige tu atención hacia adentro. No desperdicies energía para deshacerte de tus pensamientos si no funciona. No te regañes mentalmente por no poder relajarte. Cuando te encuentres empezando a distraerte, solo vuelve la atención a la respiración o al mantra. Así podrás seguir tus pensamientos sin reaccionar emocionalmente a ellos.

La meditación enseña a observar lo que sucede dentro. Incluso si no puede deshacerse de sus pensamientos por completo, seguirá beneficiándose de la práctica porque aprenderá a seguirlos, se volverá más Unido, podrá controlar sus deseos y encontrará paz.

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